La Palacio de invierno es una vía de las denominadas “clásicas modernas” con el equipamiento justo en los largos y una calidad de roca y escalada que faltan las palabras para poder expresarlo. Una vía de “navegar” buscando el itinerario a través de sus muros, donde podremos disfrutar de la buena mano de sus aperturistas. Para quitarse el sombrero, como suele ser habitual en sus vías.
No es expuesta, pero conviene ir con el grado sobrado para no pasarlo mal entre seguros, ya que hay que escalar. Tiene un grado obligado aproximado de 6a, aunque no tiene pasos de fé o estresantes, siempre “agarras”.
Una vez finalizada la vía se puede bajar en 2 rápeles desde la reunión después del 6b, o continuar un largo fácil hasta el hombro sur y completar la actividad con la bonita “Vía del diedro” en La Aguja de la Canalona, o la exigente fisura de «Dopamina». No subestimar el primer largo de la «Vía del driedro. Es precioso y se protege a placer, pero no lo regalan. Es mantenido, técnico y largo… Precioso.
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